Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se comprometieron a mejor su cooperación y limar las asperezas que se generaron en los últimos meses por diversos motivos, durante una reunión bilateral en Roma al margen de la cumbre del G20.
Los dos líderes «tuvieron una conversación muy constructiva», en la que Biden «expresó claramente su deseo de establecer relaciones constructivas con Turquía y encontrar la forma más eficaz de gestionar nuestras diferencias», aseguró un funcionario de la Casa Blanca.
La misma fuente afirmó que ambos presidentes «pusieron de relieve la importancia de la OTAN».
Las relaciones entre Estados Unidos y Turquía se tensaron en los últimos meses después de que Turquía comprara un sistema de defensa ruso, a pesar de ser miembro de la OTAN.
Por su parte, Erdogan renunció a expulsar a 10 embajadores occidentales, entre ellos el de Estados Unidos, que se habían manifestado por la liberación del filántropo Osman Kavala, un símbolo de la represión de su gobierno contra la sociedad civil.
Otro de los puntos de desencuentro entre ambos países está relacionado con la posibilidad de Turquía de obtener aviones de cazas estadounidenses F-16.
Con respecto a ello, Biden «dijo claramente que había un procedimiento que se debía seguir» en Estados Unidos, según una fuente de la Casa Blanca.
Erdogan quiere adquirir 40 aviones de combate F-16 y 80 kits de modernización de este caza anticuado, como una compensación por cazas estadounidenses F-35 pagados por Turquía pero que no fueron entregados.
Según un alto cargo estadounidense, otro de los temas de conversación durante el encuentro entre Biden y Erdogan fue la situación en Afganistán y Siria.